jueves, 7 de febrero de 2008

Budismo contemporáneo

Gordos estaban ellos. Ellos y sus madres. Lo de él era un problema de huesos y no se podía hacer nada y estaba cansado de que los demás se rieran de él. Tiró al suelo el bocadillo que se estaba zampando y se fue sentar junto al río.

No comprendía por qué tenía que sufrir tanto. Recordó las historias que le contó su padre sobre un noble nepalí que 2.500 años antes se había convertido en Buda o algo así y que también era especial, como él. También ese Buda sufrió por estar gordo, estaba seguro. Se incorporó, volvió a su casa, subió las escaleras, se metió en el despacho de su padre y tomó entre sus manos aquel libro sobre la vida de Siddhārtha Gautama.

Regresó al río y miró el libro durante unos instantes. Lo arrojó al agua todo lo lejos que pudo. Por culpa de ese cabronazo muerto hace siglos le llamaban Buda en el colegio.

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