domingo, 6 de abril de 2008

Mensajes de ultratumba

Seguía sin entender nada. Por más que miraba el libro una y otra vez, no comprendía qué pretendían decir y eso que sentía mucha curiosidad. Era el libro que estaba escribiendo su padre cuando le sorprendió la muerte. Ahí tenía que estar la clave de todo. O no.

Saltó del regazo del anciano y se tumbó enroscado frente a la chimenea. Quizá sólo dormía y se le había pasado la hora del paseo y la cena.

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